miércoles, 8 de diciembre de 2010

Democracia. Y tres puntos

Un grupo de amigos me manda una propuesta del entorno del 15-M para que les de mi opinión. Se trata de una propuesta radical de reforma del sistema parlamentario. Se esta difundiendo por las redes sociales bajo el nombre de Democracia 4.0. Puede verse en http://www.demo4punto0.net/es/home. Asi que vamos a ello.

Ufff,  ante todo me parece una propuesta muy complicada, bajo su aparente simplicidad. Lo de menos es que tenga un puntito de locura, porque como yo lo veo tal como están las cosas lo que necesitamos son propuestas originales y atrevidas aunque parezcan locuras. La propuesta es fresca pero a la vez plantea algunos importantes problemas.

Toda la iniciativa parte de la base de aceptar que los parlamentarios nos representan perfectamente, de tal modo que efectivamente los diputados en el parlamento son una proyección, reducida, de la sociedad. De hecho la esencia de la propuesta es "restar" a cada decisión del Parlamento el porcentaje de representatividad correspondiente al numero de ciudadanos que quiera participar a través de internet en cada una de sus votaciones. El lado malo seria que con ello aceptamos que los diputados pueden legítimamente hablar en nombre de la gente. Aunque sea de la gente que no vote por internet. Mi postura es algo distinta; hace mucho que me niego a aceptar que los diputados hablen en nombre de nadie. Quiero decir que prefiero mantener mi derecho a rechazar las decisiones del Parlamento, en las que no participo ni directamente ni por intermediarios. Si triunfara la iniciativa democracia 4.0 tendría que callarme (o votar yo y cuatro locos mas por internet) y aceptar que lo que el Parlamento decida es como si lo hubiera decidido yo.

El segundo punto a destacar es que se parte de una idea cutre de democracia decisoria. Como si la democracia consistiera exclusivamente en un procedimiento para decidir, no en respetar unos valores. Quiero decir que hace ya tiempo que la democracia no es cuestión de mayorías y minorías sino de respeto a los derechos fundamentales. Por el hecho de que vote más gente las decisiones no son automáticamente más o menos democráticas. Si 35 millones de españoles votan por internet que hay que castigar a los "terroristas" con pena de muerte, o cadena perpetua, eso no significa que sea una decisión democrática. Si pienso, por ejemplo, en la mayoría de las iniciativas radicales de defensa de los derechos humanos en cualquier sociedad, miedo me da que se pueda votar por internet y que eso se considere el colmo de la democracia. A ver cuanta gente vota, en cualquier país, que se investiguen las torturas del Gobierno, o que mejoren las condiciones en las cárceles o muchas otras cosas absolutamente justas, pero desgraciadamente minoritarias.

El tercer punto flaco, para mí, seria la cuestión territorial. El sistema parlamentario español se basa en diputados elegidos provincialmente. Eso permite una cierta representación territorial. El típico argumento de que un diputado necesita más votos para ser elegido en Madrid que en Cuenca olvida que eso es así para que Cuenca tenga sus representantes. Cuando se dice que "somos" 35 millones se parte siempre de una perspectiva centralista en la que todo el Estado aparece como una unidad. Unidad de intereses y de opinión. La perspectiva estatal es importante. Así, entiendo el problema electoral de izquierda unida, por ejemplo, que paga caro el ser la tercera fuerza en todos sitios pero no ser la primera en ninguno. Algo parecido le puede pasar a UPyD. Eso es un fallo que hay que mejorar, sin duda, pero no a costa de hacer una circunscripción de todo el Estado que deje fuera del parlamento de Madrid a todo el que no sea un partido estatal con presencia en todas las provincias. La propuesta esta de Democracia 4.0 calcula la representatividad a partir del total de electores, lo que a la larga llevaría a que a la hora de votar se marginen las opciones que no sean de todo el Estado y se favorezca mucho a las opciones de los lugares mas poblados (Madrid).

En fin, que me parece interesante por aquello de animar el cotarro y de provocar, pero esas cosas hay que verlas con cierto cuidado, porque si algún día salen de verdad, se corre el riesgo de que a la larga sean menos democráticas que lo que tenemos ahora.

Disculpad el exceso y el coñazo.

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